La publicidad engañosa confunde al consumidor, lo lleva a adquirir productos que carecen de las cualidades
anunciadas, y que al mismo tiempo dañan las reglas de la buena competencia. Se trata de una cuestión del interés
privado pero también del interés público: la protección al consumidor y el derecho del proveedor a concurrir en el
mercado.
Si bien la legislación del consumidor son ya eñejas, no han logrado conformar a un consumidor que sea un
contrapoder frente a las empresas. Por lo que resulta importante hablar de sus derechos en una economía de
monopolios.
En esta obra se hace un riguroso análisis de uno de los derechos fundamentales del consumidor: la información,
partiendo de la idea fundamentales del consumidor; la información partiendo dela idea de que tanto este tipo de
derecho como las reglas de la publicidad no pueden ser explicados sin tener un entendimiento delas relaciones
económicas del mercado, en las que se desarrollan.
Las relaciones que el autor establece entre el derecho de los consumidores (como referente jurídico) y la existencia de
una asimetría informativa de los mismos frente al proveedor (referente económico) permiten enfoques desde distintas
disciplinas que enriquecen la investigación.
Además de hace una revisión del Derecho comparado que abre diversos modelos tratamiento al problema, el autor
estudia el procedimiento administrativo por publicidad engañosa que se ventila ante la Procuraduría Federal del
Consumidor, con el propósito de clarificar a los empresarios cuán es el escenario procesal en el que se pueden ver
inmiscuidos, proporcionando para dichos efectos los criterios más recientes del Poder Judicial de la Federación y
principalmente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.